La majestuosidad de sus montañas, la rica historia de sus calles y la magia de visitar Machu Picchu son solo algunas de las razones que hacen de Cusco una visita obligatoria en tu lista de destinos. Pero, ¿cuándo es el mejor momento para empacar tus maletas y partir a esta joya peruana?
El clima en Cusco es una de las principales preocupaciones de los viajeros. El clima puede variar drásticamente dependiendo del mes.
De noviembre a marzo, Cusco se viste de gris con la temporada de lluvias. Durante estos meses, las lluvias pueden ser intensas, y aunque la ciudad sigue siendo encantadora, es posible que algunas actividades al aire libre se vean limitadas. Además, febrero es el único mes del año en que el famoso Camino Inca cierra para su mantenimiento.
Los meses de junio son ideales si buscas cielos despejados y paisajes verdes. Es la temporada alta en Cusco, por lo que encontrarás más turistas, pero las vistas en lugares como Machu Picchu son simplemente inigualables.
El Inti Raymi en junio es la fiesta del sol y uno de los eventos más icónicos. Las calles se llenan de color, danzas y música, con la Plaza de Armas como principal escenario.
Independientemente del mes, es esencial llevar ropa abrigadora. Las mañanas y noches en Cusco pueden ser frías, mientras que las tardes suelen ser más cálidas. ¡Prepárate para cualquier eventualidad!
Una de las primeras cosas que notarás al llegar a Cusco es la altitud. A unos 3,400 metros sobre el nivel del mar, es posible que experimentes el famoso "soroche" o mal de altura. Para aclimatarte, es recomendable tomar al menos un día para descansar, beber mucha agua y coca para aliviar los síntomas.
Sobre todo en temporada alta, los sitios más populares como Machu Picchu y el Camino Inca tienen un número limitado de entradas diarias. Si decides visitar Cusco durante estos meses, asegúrate de reservar con meses de anticipación.
No puedes dejar Cusco sin probar su deliciosa gastronomía. El cuy al horno, la trucha frita y el ceviche son solo algunos de los platillos que debes degustar. Además, las chicherías locales te ofrecerán una auténtica experiencia cultural.
Cusco no es solo Machu Picchu. Aunque esta maravilla del mundo es una visita obligada, hay muchos otros sitios que merecen tu atención. El Valle Sagrado, con pueblos como Ollantaytambo y Pisac, te ofrecerán paisajes impresionantes y una profunda conexión con la historia inca. Por otro lado, la Montaña de Siete Colores o Vinicunca, es un espectáculo natural que no puedes perderte, sobre todo si eres amante de las caminatas al aire libre.
El turismo es una de las principales fuentes de ingreso para Cusco. Sin embargo, es esencial que, como turista, viajes de manera responsable. Esto implica respetar las normas locales, no dejar basura en los sitios turísticos y contribuir al comercio local comprando en mercados y tiendas pequeñas.
Después de unos días explorando, es posible que sientas que hay mucho más por descubrir. Y es que Cusco tiene un encanto que invita a regresar. Ya sea que decidas visitar la ciudad en meses de junio, durante el Inti Raymi, o en noviembre para escapar de las multitudes, siempre habrá algo nuevo que descubrir y experimentar.
Sí, pero es esencial tomar precauciones. Por ejemplo, si decides visitar la ciudad durante esta época, es aconsejable llevar impermeables y zapatos antideslizantes.
Fuera de la temporada alta (junio y julio), es probable encontrar algunas promociones debido a las festividades del Cusco.
Absolutamente. Dado que es la temporada alta, todo, desde el camino inca hasta los hoteles en la ciudad, se llena rápidamente.
Visitar Cusco es una experiencia enriquecedora en cualquier época del año. Si prefieres un clima seco y estás dispuesto a compartir la ciudad con otros turistas, viajar a Cusco entre junio y agosto es ideal. Pero si buscas una experiencia más tranquila y auténtica, los meses de lluvia ofrecen una perspectiva única, con la precaución de estar preparado para las lluvias en Cusco.