Cuentas la historia que el pueblo Cusqueño, temeroso, saco en procesión al Taytacha de los Temblores, durante el terremoto de 1650 en la ciudad de Cusco y entonces la tierra se calmó de forma milagrosa, tengamos en cuenta que este fue uno de los más destructivos, dejando más de 5000 personas muertas.
La imagen también fue sacada en procesión en el año 1720, tras la peste que asolo la ciudad, solo fue tras su salida que la enfermedad termino, y desde entonces el señor de los temblores fue declarado Patrón Jurado del Cusco
Algunos detalles del señor de los temblores
Esta imagen de Cristo cuenta con características asimétricas y tiene un tono de piel bastante oscuro debido al humo de los inciensos, velas, sahumerios y pigmentos de las flores de Ñuqchu, en la actualidad el señor de los temblores sale en procesión cada lunes santo.
La imagen del Señor de los Temblores o el “Cristo Negro” sale de la catedral del Cusco y recorre las calles de la ciudad de Cusco y la plaza de armas, al igual que lo hacían los “Mallquis” de los Incas, o, las momias de los gobernantes Inca, a través de toda la ciudad en suntuosas procesiones, en medio de música, velas, sahumerio y sobre todo, flores de Ñuqchu.
El origen legendario del Señor de los Temblores
Para conocer el origen más lejano de esta historia, debemos de irnos hasta la época colonial. La historia cuenta que, durante el siglo XVI, esta figura fue donada por Carlos V o Felipe II, cuando la Corona Española se enteró de que los “indios de Perú, seguían adorando al sol y que sus fiestas recordaban a las deidades de su gentileza”.
Fue entonces que la realeza Española envió a hacer un Cristo único, de gran belleza y lujo; sin embargo, muy diferente a cualquier otro conocido, pues sus facciones no serían Europeas, en su lugar tendría rasgos mestizos y piel cobriza, esto para que los indios de Perú se sintieran identificados con la imagen.
El Cristo fue enviado por mar, y se cuenta que en alta mar el barco tuvo que soportar las tempestades del clima y la furia del mar, debido a esto, el Cristo fue sacado de su baúl y milagrosamente el clima se calmó y la embarcación fue capaz de llegar al callao, debido a este suceso el Cristo fue bautizado como señor de las tormentas.
Ya en el puerto del Callao, el Cristo fue encargado a un conocido arriero que debía de llevarla hasta la ciudad del cusco; sin embargo, la imagen se habría quedado en la última jornada antes de llegar a Cusco, más exactamente en el pueblo de Mollepata, donde según la leyenda, el Cristo se habría puesto tan pesado que fueron incapaces de moverlo.
Debido a esto dijeron que el Cristo quería quedarse, no obstante esto fue un engaño por parte del arriero, quien quería quedarse con el Cristo debido a su belleza y lujo, en la actualidad es conocido como “Señor Manuel Exaltación de Mollepata”. El actual Cristo del cusco habría sido hecho por un artesano de la zona.
El origen del Cristo Moreno
Contrariamente a la historia contada, se sabe que el Cristo Moreno tiene un origen completamente autóctono, pues pasaron más de 3 siglos hasta que fue restaurado, en el que se dieron que estaba hecho de materiales comunes en la región andina, tales como fibra de lino, maguey, madera balsa.
Este Cristo no solo es de las imágenes más antiguas, sino también uno de los más lujosos, pues los clavos de sus manos están hechas de oro e incrustaciones de piedras preciosas, cuenta con dos coronas, una de oro y otra de plata, además de que sus cornisas cuentan con finas incrustaciones en oro.