La sierra andina está llena de un gran misticismo profundamente arraigado a sus pobladores. La cultura Inca dejó un legado que ha prevalecido hasta la fecha actual. Inca Uyo es uno de esos lugares que aunque se perdió al pasar el tiempo, aún cuenta su propósito sagrado en sus antiguos muros.
Los incas solían venerar a los elementos y a la misma naturaleza, siendo la Pachamama una de sus deidades principales. Ellos también creían que el agua que bajaba de los glaciares solía fertilizar la tierra, como una fuente de vida para todos los seres del mundo.
La famosa cultura quechua tuvo un gran conocimiento astronómico ya que lograron analizar la posición de la tierra con respecto al sol para determinar estaciones y establecer su templos de acuerdo a eventos astronómicos.
Los arqueólogos creen que Inca Uyo pudo ser un templo dedicado a la fertilidad aunque también alberga un lado controversial del que hablaremos más adelante en este blog.
Estos restos arqueológicos cubren una extensión de 200 metros cuadrados, compuesto por un muro de piedra cuidadosamente labrada que encierra cerca de 80 monumentos líticos fungiformes en su interior. Fue declarado Patrimonio de la Nación en 2003.
La leyenda cuenta que este templo pudo haber sido usado para curar a las mujeres que sufrían de infertilidad al realizar un ritual donde ellas se sentaban sobre estos monumentos y vertían Chicha (cebada de maíz) sobre ellas. De esa manera sabrían el destino de su vientre con tan solo ver en qué dirección correría el líquido.
Sin embargo, esta teoría o leyenda fue descartada ya que esos monumentos fungiformes fueron colocados por los locales alrededor del siglo XX para promover turismo en la región. Un desafortunado cambio a un lugar antiguo que tal vez pudo haber tenido un significado totalmente diferente a pesar de esta intervención.
De acuerdo a las excavaciones realizadas en el sitio, Inca Uyo fue un templo antiguo dedicado a la veneración de la Madre Tierra, donde ellos solían realizar ceremonias en honor a las producciones agrícolas que tenían.
Estas ruinas precolombinas se encuentran dentro de la región de Puno, en el pueblo de Chucuito, a unos cuantos kilómetros de la ciudad.
Te recomendamos encarecidamente que visites esta atracción con un guía turístico profesional, ya que el lugar comprende una gran historia y muchos misterios que seguramente no querrías perderte.
Sólo se tarda 30 minutos en llegar a Inca Uyo. La atracción está abierta todo el año y nuestro tour a Chucuito te lleva a este lugar.
Si estás emocionado por conocer un poco más sobre nuestra historia, incluye esta excursión en tu itinerario de viaje y empieza a explorar Perú como un experto local. Contacta a nuestros especialistas para más información.
¿Te gustaría conocer más sobre Perú? Hemos estructurado los mejores paquetes de viajes para que puedas conocer esta y muchas más atracciones únicas de nuestro país.
Nosotros en Viagens Machu Picchu nos encargamos del más mínimo detalle para que puedas conocer, explorar y divertirte sin preocuparte por nada más ¡Descubre la autenticidad del Perú con nosotros!