Recorra la costa peruana y descubra un lugar de otro mundo donde se fusiona a la perfección el árido desierto de Paracas con el vasto océano Pacífico. La Reserva Nacional de Paracas fue una de las primeras áreas protegidas del país, creada para preservar gran parte de la biodiversidad de la costa peruana.
La región de Paracas es visitada por miles de turistas cada año, ya que es el destino perfecto para escaparse de Lima, ofreciendo el escenario perfecto para practicar deportes de aventura como el windsurf, los paseos en buggy, y mucho más.
Además, la Reserva Nacional de Paracas se encuentra justo enfrente de las famosas Islas Ballestas, también conocidas como las pequeñas Galápagos del Perú, un grupo de pequeñas islas y formaciones rocosas que albergan la mayor colonia de lobos marinos de la región.
Asimismo, hay mucho que conocer ya que estas tierras fueron habitadas por varias civilizaciones antiguas y, gracias al clima árido, se encontró una gran cantidad de artefactos arqueológicos en condiciones casi perfectas.
Si lo que busca es escapar de la bulliciosa ciudad de Lima, este es el camino a seguir. Encuéntrate rodeado de pintorescas playas, fauna marina y el mejor pisco sour que puedas probar aquí.
Sorprendentemente, la península de Paracas estuvo habitada mucho antes de que existieran los incas, presumiblemente entre el 700 a.C. y el 200 d.C. La cultura Paracas fue una de las primeras civilizaciones que gobernaron estas tierras, aunque expandieron su territorio hasta la provincia de Pisco.
Sin embargo, los restos arqueológicos encontrados en estas antiguas tierras pertenecían a la sociedad Topara, que se desarrolló entre el 200 a.C. y el 100 d.C.
Esta famosa civilización dejó un secreto enterrado en las áridas tierras del desierto de Paracas y fue descubierto posteriormente por el reconocido arqueólogo Julio C. Tello, quien los confundió erróneamente con el pueblo Paracas.
Sin embargo, se encontraron cráneos y hermosos tejidos enterrados en la arena, un importante descubrimiento que nos permitió conocer la historia preincaica de la costa peruana. Actualmente, los hallazgos se exponen en el Museo Julio C. Tello.
Yendo más allá en el futuro, la Reserva Nacional de Paracas nació de la iniciativa de concienciar sobre la preservación de la diversidad natural de la región. La reserva nacional se fundó el 25 de septiembre de 1975, abarcando un área de 3.350 km2.
Aunque el árido desierto de Paracas no parezca tan propicio para la vida, en realidad alberga una gran variedad de fauna, sin olvidar las cerca de 300 especies animales que viven en los alrededores.
- Playa La Mina es divertida para pasar una tarde tomando el sol y acampando. La hermosa playa se encuentra en una cala que la protege de los vientos y le confiere unas aguas más tranquilas y adecuadas para nadar. Muy cerca se encuentra Lagunillas, un pequeño pueblo de pescadores, donde se puede degustar una comida de mariscos frescos como el ceviche y otros platos peruanos.
- La Playa Roja tiene arenas de color ladrillo, el cual se deben a la erosión de las rocas de pórfido. La playa es un lugar popular para visitar en una excursión a Paracas.
- La Playa Yumaque es una alternativa cuando La Mina está abarrotada de turistas. La larga extensión de arena de Yumaque ofrece mucho espacio para separarse de otros visitantes, y la playa cuenta con baños públicos. Los campistas montan sus tiendas en la arena, a menudo con sus coches cerca, y encienden su parrilla al atardecer para cenar.
- La ondulada costa de Paracas se extiende hasta donde alcanza la vista y da paso a playas más remotas. Playa Mendieta y Playa Barlovento son algunas de las pintorescas playas a las que suelen llegar los visitantes con sus coches o en transporte privado.
- El Candelabro, El gigantesco glifo del Candelabro de Paracas está en el extremo norte de la península de Paracas. Los expertos no han podido determinar si este dibujo está relacionado con las Líneas de Nazca.
- La Catedral, El antiguo arco marino conocido como La Catedral era un icono de la costa de Paracas. Desafortunadamente, la formación rocosa fue destruida en gran parte en el terremoto de 2007 que devastó la región, incluida la ciudad de Pisco, al norte de la reserva. Hoy en día, el mirador desde el que antes se podía admirar La Catedral sigue siendo un bonito lugar para admirar la costa.
Como el nombre lo indica, la Reserva Nacional de Paracas se encuentra cerca del pueblo de Paracas, a pocos kilómetros de Lima. Por ello, es una excursión de un día desde la llamada Ciudad de los Reyes, ya que sólo se tarda 4 horas en llegar a este mágico lugar.
Aunque podrías coger un taxi y explorarlo por tu cuenta, queremos resaltar que hay muchos lugares y secretos que no podrás ver sin un guía.
Por lo tanto, te recomendamos encarecidamente que planifiques con antelación tu llegada a este destino para que puedas disponer de un tiempo determinado para explorar el mágico entorno de la reserva nacional.
Por suerte para ti, tenemos un tour especial de la Reserva Nacional de Paracas en el que podrás apreciar este extraordinario paisaje y mucho más.
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